jueves, 7 de octubre de 2010

ALGUNAS POSIBLES CAUSAS DEL PANDILLAJE


  
Las causas que origina el pandillaje no siempre son las mismas, aquí tenemos varias posibilidades  que podemos apreciar.
¿Qué originan las pandillas? La desintegración familiar y el abandono moral.-es la principal causa para que los adolescentes y jóvenes se integren a las pandillas. La familia como institución básica de la sociedad, está en crisis; hay un alto porcentaje de separaciones y abandono familiar. Por otro lado la ausencia de los padres, empujados por la crisis a dedicar más tiempo a la obtención de del ingreso familiar, genera un vacío que la sustitución de la crianza de los hijos por otros familiares o conocidos no pueden llenar. Las presiones económicas obligan a ampliar los horarios de trabajo y a eliminar los momentos dedicados a la integración familiar, la afectividad y recreación entre padres e hijos, elementos importantes en su formación. Este estado de abandono familiar y moral en diferentes grados y formas, algunos de ellos violentos y traumáticos, contribuyen a que los jóvenes padres y adolescentes que proceden de estos hogares  sean fácilmente captados por otras pandillas, en las que encuentran el apoyo, la afectividad, identificación y referencia grupal  que no encuentran en su entorno familiar. Una encuesta realizada a escolares de secundaria coincide con esta opinión. Prácticamente todas las respuestas ubican al hogar como el espacio clave para la formación de los hijos. Los adolescentes consideran primordial el afecto formativo que se da dentro del hogar, que exista un entorno cálido, de comprensión entre los miembros; cuando esto no existe el adolescente comienza a sentirse marginado, no siente la seguridad que es básica en su edad. Por ello, se refugia en grupos que, aunque destructivas, lo hace sentirse miembro de algo, como un paliativo a su sociedad. La referencia a malas amistades seria consecuencia de una formación familiar que no tiene los valores apropiados que le permitan que le permita diferenciar lo bueno de lo malo, lo correcto de lo incorrecto, es decir, cuando la formación del hogar es inapropiada, el joven se vuelve vulnerable a agentes externos que no lo benefician en nada. En los últimos años la población desempleada ha llegado a límites extremos. Si para el común de los jóvenes es difícil conseguir un empleo, para quienes están involucrados en pandillas, eso resulta mucho más complicado, pues están en desventaja frente a recomendaciones “imagen personal” y los prejuicios y desconfianzas que generan en sus potenciales empleadores. Por otro lado, debido al aislamiento social, no tienen acceso a participar en programas de empleo juvenil, Esta situación es percibida por los jóvenes integrantes de pandillas cuya demanda principal es la necesidad de empleo. Cuando se les pregunta a ellos, a sus familiares o a la gente de su barrio por que realizan actos violentos, la respuesta más común atribuye a la “ociosidad” como la motivación principal. Es evidente, entonces, que un tratamiento integral al pandillaje tiene que contemplar alternativas orientadas a promover el empleo y la formación técnico laboral de estos jóvenes para incorporarlos adecuadamente a la sociedad. La desocupación y el empleo: Después de más de diez años de violencia social en nuestro país, las nuevas generaciones han crecido en una sociedad que ha convivido con la muerte y destrucción, y principalmente, con la perdida del respeto a la vida; el desprecio a la autoridad y las leyes; al derecho de los demás, ideas y actitudes que promovieron tanto los grupos subversivos como la guerra sucia desde el estado golpeaba y desarticulaba la subversión, los métodos utilizados han sido copiados por otros fenómenos violentos en las zonas urbanas, como las bandas de delincuentes que provenidos de armas de guerra, han asimilado los niveles de organización, seguimiento y operativos paramilitares de los grupos subversivos. En los barrios. Las pandillas y los delincuentes han copiado, también, estos métodos violentos. Así, muchos  ven a estos elementos como ejemplos a seguir y creen que la única autoridad y respeto debe ser impuesto por la fuerza y la violencia.
La violencia social y familiar.-La pobreza, marginación y exclusión social.-si bien la pobreza no es justificación para existencia de las pandillas, esta situación si contribuye con ello. El 60% de las pandillas registradas por la policía proceden de hogares que carecen de condiciones mínimas de vivienda y en un alto porcentaje han abandonado sus estudios por la falta de recursos económicos o la desintegración familiar.

Esta población pertenece a los grupos sociales económicos. Además los padres de familia, en buen porcentaje tienen un bajísimo nivel educativo y la taza de crecimiento supera el 3.0%. La exclusión social en las pandillas. Se da en varios niveles.-En el plano familiar, por que son excluidos de ser parte de una familia integrada en la unidad familiar esta fraccionada y la comunicación entre sus miembros, mutilada, completando una disfuncional dinámica familiar  desde antes del nacimiento de algunos de ellos(as) por ser hijos(as) no deseados por sus padres. Están excluidos del sistema educativo, algunos nunca han asistido, otros han desertado y muchos de ellos han terminado la secundaria sin ver en ello ninguna utilidad para su futuro. No tienen acceso al mercado laboral por encontrarse en una situación de desventaja e incompetencia, caracteres de capacitación, experiencia, y formación técnico profesional. Desconocimiento de sus deberes y derechos como persona, el ejercicio de la ciudadanía y su participación en  el desarrollo local. Desinformación de sus derechos sexuales y reproductivos.-El ejercicio sexual responsable, la prevención frente a las enfermedades de transmisión sexual y SIDA, finalmente. Excluidos de la recreación, el deporte y la cultura. Esta marginalidad social tiene consecuencias funestas. Un joven excluido social mente es un joven marginado para oportunidades de desarrollo personal y familiar. Y un marginado social es un resentido social, potencial futuro infractor de leyes, normas y reglamentos de buena convivencia que a la postre afecta la seguridad ciudadana y cultura de paz en nuestra localidad. Esta 
Múltiple exclusión social contribuye a crear una sub-cultura juvenil con sus propias normas, valores, conductas y expresiones de vida en las que se impone como practica el ejercicio de la violencia. Por lo general estos adolescentes y jóvenes sienten que la sociedad poco o nada puede ofrecerles para solucionar sus necesidades o aspiraciones; y lo peor; es que muchos de ellos no se sienten parte de ella. Por ello, la sociedad entendida esta con sus instituciones y ciudadanos, tienen la obligación de incorporar, resocializar y reorientar estas conductas para afirmar los derechos y la participación de todos y todos en la construcción de una cultura de paz en nuestra comunidad. La pérdida de valores y habilidades sociales.-el amor, el respeto, la veracidad, y la honradez son valores que tienen cada vez menos vigencia al interior de familias y la comunidad. Por otro lado, no se promueve habilidades sociales como la autoestima, la toma de decisiones y la asertividad. Esto explica por que los jóvenes integrantes de pandillas tienen poca valoración de su persona y expresan sentimientos de destrucción recogidos casi siempre de su ámbito familiar: no tiene sentido de responsabilidad y generalmente, el desacierto y desatino caracterizan sus decisiones, pues carecen de espacio de dialogo y comunicación para discutir sobre sus necesidades e intereses, y afrontar sus problemas personales o la situación que presentan sus percepciones como sujetos de derecho.
A la pregunta ¿que esperas de la sociedad? La respuesta unánime que se tubo fue “nada”. Los motivados señalados básicamente se refieren a que no consideran que la sociedad tenga nada que ofrecerles, además por experiencias previas, con las autoridades locales, consideran que lo que ellos solicitan no va a ser entendido.







Adversidad económica.- para los jóvenes de la localidad la situaciones de pobreza, desempleo, des-escolarización e inasistencia social son los mayores problemas. Cerca de 1206.000 jóvenes representan junto con los niños los dos grandes sectores de la población (entre un 26 y un 33.2% respectivamente). A l ser la mayoría, es altamente probable en que se encuentren dentro de un 74% bajo línea de pobreza, o aún peor, en condición es sufrida la cuarta parte de la localidad. En relaciones  de conformación en vínculos familiares. Incluyendo aquellos no consanguíneos, tienden a establecer familias cada vez más jóvenes en unión libre, ocupando espacios habitables en condición de arriendo. Sólo un 5.6% de ellos pueden acceder a la universidad. El desempleo constituye el principal  problema para la obtención de ingresos. No pueden recibir ayuda de sus padres pues el rango pues el rango de dependencia es tal que por cada trabajador hay 4 o 5 personas dependiendo de ese ingreso. Para los jóvenes, si son madres de familia y en condición de jefe de hogar (establecido por las encuestas como aquél que proporciona ingresos) es mayor la probabilidad de vivir sin cónyuge a diferencia de los hombres. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario